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EL APUNTE DEL NATURAL, OTRA FORMA DE
SENTIR Y VIVIR LA SEMANA SANTA
Quisiera compartir con todos vosotros Fue desde entonces mi deseo el hacer-
una forma que siempre entendí de vivir me hermano de la Hermandad de Santo
la semana Santa. entierro, Vera Cruz y Soledad, y mis jue-
gos de niño giraban en torno a cristos
Mis primeros recuerdos se remontan de plastilina de ingenuo modelado, pero
a aquellas cuaresmas de principios de que estaban “verdaderamente muertos”,
los años setenta del pasado siglo, cuan- como decía mi padre.
do aún era un crío y me gustaba asomar
la cabeza por un ventanuco que había Hace pocas fechas descubrí que él,
en aquella casa de la calle Jovellanos, por aquel entonces ya había sido nom-
y desde el cual escuchaba nítidamente brado hermano honorario de las dos her-
los sones de la banda de cornetas y tam- mandades de San Francisco, por lo que
bores que por aquel entonces ensayaba comprendí aún más su interés por este
en la plaza de toros. Aquella música me templo tan especial y emblemático de
cautivaba, mientras al fondo veía la si- Ayamonte.
lueta oscura de nuestra vecina Portugal,
entrecortada por la misteriosa luz del Transcurrió el tiempo, y tuvimos que
Faro que desde allí se proyectaba, crean- marchar de mi tierra y mi infancia, dos
do una atmósfera ciertamente especial y tesoros que siempre llevo y llevaré con-
misteriosa. migo, y esa devoción por el arte sacro y
la Semana Santa, tal y como la enten-
Esa música anunciaba la cercanía de demos en nuestra tierra fue conmigo a
la Semana Santa, la cual comencé a vi- Sevilla, con su Gran Semana Mayor, y
vir precisamente en mi Ayamonte, de la en la que seguí aprendiendo junto a José
mano de mi padre, José María Franco, María, no sólo escuchándolo, en verda-
quien me enseñó a saborear los entresi- deras lecciones de una persona que sabía
jos que envuelven a esta rememoración mucho sobre eso, sino también desde la
secular de la Pasión y Muerte de Cristo. perspectiva del arte.
Aún recuerdo cuando entré la prime- Aprendí a ver la Semana Santa desde
ra vez en el templo de San Francisco, la óptica del arte, ya que siempre lo vi
que se mostró majestuoso ante la mirada con su block de apuntes captando mo-
asombrada de aquel chiquillo que con la mentos de chicotás y rincones, que in-
boca abierta quedó sorprendido de aque- mortalizó de una manera magistral. En
lla techumbre monumental, de alturas sus dibujos podía oler el incienso, oir los
imposibles y luces y olores especiales. graves compases de la marcha Amargu-
ra, palpar el silencio respetuoso de los
Y si algo me sorprendió especialmen- fieles, sentirme envuelto por la densa
te fueron las dos tallas de crucificado niebla que precedía a un paso de palio
que realizara León Ortega, especialmente cuya candelería era una llamarada de es-
la del Cristo de la Vera Cruz, sobre aquel plendor y anuncio divino.
paso de alto canasto que en aquella épo-
ca estaba aún sin dorar.
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BOLETÍN INFORMATIVO VERA CRUZ Nº 6 - Año 2020