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Vera cruz - Nº 4 CUARESMA 2018
AYAMONTE Y JUAN DE MESA.
EL RESUCITADO DE LA SOLEDAD.
Desde hace la friolera de 15 años, a raíz de la elaboración del libro “Raíces de una
Cofradía”, reivindico en mis escritos y conversaciones la importancia de nuestro
profundo pasado devocional. En más de una ocasión, he señalado que no resultaría
extraño que a raíz del patronazgo y de la asistencia de la antigua Casa de los Marqueses
de Ayamonte, la hermandad de La Soledad pudiese beneficiarse de encargos artísticos
realizados a grandes imagineros procesionales sevillanos. El propio vecindario
ayamontino, instalado alrededor de un puerto cosmopolita, entraría frecuentemente en
contacto con otras poblaciones portuarias como la gaditana o sevillana.
Antes de finalizar mi período como hermana mayor de la presente Cofradía necesitaba
transmitir la necesidad de reivindicar uno de los pilares que definen la citada
Hermandad. Sigo convencida de las enormes posibilidades y del elevado potencial
artístico, histórico y devocional que posee la Cofradía. Teniendo presente lo indicado,
dedicaré la presente reseña a defender una hipótesis que ya expuse en el año 2003 con
insistencia. Ayamonte gozó hasta el día 22 de julio de 1936 de una hermosa y
devocional imagen de Jesús Resucitado realizada en parte por el gran maestro imaginero
procesional, Juan de Mesa. Cordobés de nacimiento, nacido en el año 1583, discípulo
del gran maestro escultor Juan Martínez Montañés, autor de ejemplarizantes retablos
decorativos, residió la mayor parte de su vida en Sevilla. Realizado su aprendizaje, casó
con María de Flores en 1613, y falleció en 1627, a la edad de 44 años, una edad
temprana para todos sus admiradores entre los que me cuento, cuatro siglos más tarde de
su existencia. Le correspondió vivir una época
en la que la Iglesia incrementó la exposición de
imágenes en la calle para así acrecentar la
docencia de sus fieles. Mesa se amoldó
perfectamente a lo requerido y ofreció imágenes
plenas de un realismo intenso, con un preciso
estudio anatómico y un halo divino intensamente
emotivo.
¿En qué me baso para indicar que Ayamonte
durante tres centurias contó en la capilla de la
Soledad con una hermosa imagen de Jesús
Resucitado realizada en parte por el insigne
imaginero Juan de Mesa? Contemplen ustedes la
bella y melancólica cabeza mutilada de
aproximadamente 26 cm, realizada en cedro
tallado y que se conserva en el Museo de la
Hermandad. Asimismo, la cofradía posee un
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