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Vera cruz - Nº 4 CUARESMA 2018
SALUDA DEL ALCALDE
Aceptar la invitación de vuestra Hermandad a saludaros supone, como siempre, un honor y
también una oportunidad de reiterar las virtudes de nuestra más antigua cofradía, motivo de
orgullo para sus hermanos y para todos los ayamontinos.
Se incide mucho en su decanato, su carácter añejo y su casi medio milenio de abolengo,
pero quisiera destacar en esta ocasión el paradigma que nos ofrece esta corporación para
aprender a discernir la diferencia entre viejo y antiguo.
El adjetivo “viejo” incorpora el viso propio de aquello que es y se percibe caduco,
decrépito y decadente; el calificativo “antiguo” añade el grado y valor de la solera
acrisolada y venerable que, como hace el tiempo con el vino, añade matices, renueva el
gusto y hace más complejos y redondos los aromas.
Vuestra (nuestra) hermandad es decana y ejerce de ello porque puede, porque sabe y porque
detenta los mejores y más genuinos valores de nuestra Semana Santa que se perciben, más
que en la ampulosidad propia de barroco ininterrumpido, en los pequeños detalles, en el
mimo con el que prepara sus cultos, en el rigor de su liturgia cotidiana y hasta en la
humilde pero firme perseverancia en la defensa del dogma de una Inmaculada Concepción
encarnada en Soledad de sencillas vestiduras celestes.
Pasan las generaciones y cada una aporta a un conjunto que se enriquece y se renueva
insistentemente, pero siempre desde el respeto a la tradición y al legado transmitido de año
en año, de década en década y de siglo en siglo.
No cabe la envidia entre cofrades, pero no creo incitar a ella reconociendo que todas
nuestras hermandades pueden mirarse en el espejo de esa verdadera cruz que revela las
claves de la longevidad como institución seglar.
En 1550, año de fundación de la Hermandad, reinaba en España Carlos I, quien adoptó
como distintivo el que, desde entonces, es lema de España: Plus Ultra; una divisa que
alienta a la superación y anima la resolución de ir siempre más allá. Pues bien, con vuestro
ejemplo inmemorial de constancia en el esfuerzo y de generosidad y respeto en la entrega a
una empresa común habéis llegado más allá, señalando el camino la pervivencia en el
tiempo, a pesar de las dificultades, de la hostilidad de algunos sectores, de las
desamortizaciones o de cualquier coyuntura adversa, por insuperable que parezca.
Concluyo, humildemente, animándoos a perseverar en esa ejemplaridad en la que, como
sugería, tantos podríamos y deberíamos usar de guía. Saludos.
Alberto Fernández Rodríguez
Alcalde
Ilmo. Ayuntamiento de Ayamonte
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